martes, 8 de mayo de 2012

CUANDO LOS PAPELITOS DE CLEMENTE DESAFIARON A LA DICTADURA


Hoy, 8 de mayo  el humorista argentino Carlos Loiseau, más conocido como Caloi, falleció tras permanecer internado en delicado estado de salud.

Mucho le debe el hincha auténtico de fútbol, el futbolero de alma, el que no alquila ni vende su aliento a los aprietes violentos de las barras bravas, al fallecido humorista y dibujante Caloi.

Desde la resistencia cultural, Caloi encontró en el fútbol el rinconcito desde el cual contestar, fastidiar y desafiar a la dictadura militar en pleno Mundial 78, cuando el tema de los papelitos en las canchas dividió las aguas.

¿Cómo iba a poder una caricatura bastante absurda en su dibujo, un pájaro que no era tal pues no tenía alas, pero tampoco tenía manos y sí dos patitas flacas que lo elevaban apenas del piso y al que le gustaban con locura las aceitunas, ganarle una pulseada a los milicos en un tema tan popular y masivo como el fútbol? Los voceros de los militares decían que era por una cuestión de prolijidad....

Pero Clemente (Caloi) no bajó sus banderas, ni la bolsa con papelitos que tantos de nosotros hemos llevado a tantas canchas, o en su defecto algún diario doblado bajo el brazo para convertirlo en papelitos, y el conflicto estalló.

Desde Radio Rivadavia, el relator José María Muñoz defendía la prohibición, pero ante las críticas de sus colegas  y de muchos futboleros decía: "No estoy contra los papelitos, pero la gente tira también rollos de cinta de papel... que adentro tienen un cañito de plástico que puede lastimar".

Con el Mundial ya empezado, Clemente recogió el guante de la prohibición militar y desde los tres o cuatro cuadritos de la contratapa de Clarín respondió con lo que tenía: una sonrisa pícara, unos ojos saltones y desafiantes y una lengua picante.

"Tiren papelitos" es la consigna, y el milagro comienza a tomar forma.

En la historieta diaria, Clemente, a modo de cronista, daba cuenta de ello y los papelitos que dibujaba Caloi en la historieta también era protagonistas; mientras en los laburos, lugares de estudio, mesas de bares y veredas, el guiño al personaje era cosa de todos los días, y era común escuchar: "che, ¿viste que hoy la siguió con lo de los papelitos?".

En la final contra Holanda, fotos y filmaciones siguen siendo la prueba irrefutable de cómo un personaje de historieta, le ganaba por goleada a la absurda pretensión dictatorial de prohibir los papelitos en la cancha.

Era, un triunfo modesto,  pero triunfo al fin contra enemigos de mucho peso. Y era también una expresión de aliento futbolero de esos que se extrañan, cuando a los papelitos los tiraban los hinchas genuinos, en lugar de las máquinas del cotillón oficial que la dirigencia cool del fútbol criollo impuso en estos tiempos.

Desde ese año y para siempre, Clemente sería otro hincha futbolero más de los que a pura pasión podían jugar con el doble sentido del fútbol y la realidad, mientras su popularidad crecía y crecía, y nos hacía reir con el hincha de Camerún -pintado de negro- y con los dibujitos que desde la tele acercaba al público infantil en el mundial de España de 1982.

Pasó el tiempo y aquel personaje de historieta sin brazos ni manos siguió presente en las oraciones de cuanto futbolero quisiera denostar a un arquero rival, o al suyo propio, después de una de esas macanas que inevitablemente terminan con la pelota en la red: Clemente, se les decía -y se les dice en cualquier cancha profesional o de barrio- a esos arqueros que se comieron el gol.

Muchos tendremos ganas entonces de volver a tirar papelitos inocentes pero no tontos, para que debajo de esa nube de festejo de popular no se refugien las porquerías de cualquier barra brava de cualquier club, sino para la despedida de Caloi, el creador de un dibujo inclasificable, ni pájaro ni humano, que supo interpretar la frescura del verdadero hincha de fútbol.

TE VAMOS A EXTRAÑAR!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario